A golpe de coraz\u00f3n<\/em><\/strong><\/p>\r\n\r\n\r\n\r\n Cada historia son peque\u00f1os latidos de tiempo, lo vives y si tienes mucha suerte lo puedes repetir.<\/p>\r\n\r\n\r\n\r\n Volver, sobre este momento, vivirlo nuevamente, es un gran regalo.<\/p>\r\n\r\n\r\n\r\n Hace ya mucho tiempo, o quiz\u00e1s fue ayer, fui un gran luchador por la libertad. Tambi\u00e9n era un vaquero y Marino audaz, cada una de ellas peligrosas vidas, que duraban entre el almuerzo y la once. Tiempo infinito en que sal\u00eda corriendo por lo que ser\u00eda la m\u00e1s grande aventura de mi vida.<\/p>\r\n\r\n\r\n\r\n Mi vida se manten\u00eda en un constante riesgo, las aventuras eran pan de cada d\u00eda, la ley Matar o Morir.<\/p>\r\n\r\n\r\n\r\n Mi madre siempre entendi\u00f3 todo. El ritual (solo si me com\u00eda toda la comida) era en silencio, yo la miraba con esa cara recia que pone un aventurero, mostrando\u00a0 el plato casi vacio, las lechugas como sat\u00e9lites poblaban la orilla del plato.<\/p>\r\n\r\n\r\n\r\n