Carménère de la mano de Marcela Chandía

Para que me entiendan, este vino es como cuando la fruta está para robarla del árbol, así, con partes bien maduras y otras un poco ácidas, esas frutas que comes sin fijarte, de a poco, ensimismado.

by ENCARGADO on AUGUST 10, 2017

Hay vinos que son para comerlos

Me pasó con La Confundida Carménère 2015, no tenía muy claro como describirlo, uno termina rescatando las frases creadas, los cliché. Vamos nuevamente con las moras, los berrys y los caballos azabaches corriendo por la pradera. Un tremendo recurso ese de los caballos, solo superado por “Sillón del abuelo en la terraza”

Para que me entiendan, este vino es como cuando la fruta está para robarla del árbol, así, con partes bien maduras y otras un poco ácidas, esas frutas que comes sin fijarte, de a poco, ensimismado.

Esto dicho técnicamente, sería, Este Carménère es como ese puñado de moras y berrys que pruebas sentado en el sillón de tu abuelo mirando correr los caballos alazanes.

Un Carménère con nombre, Marcela Chandía

Hay una Tríada virtuosa, Experiencia – sabor – Proyección, que me parece interesantisima y que se conjugan en La Confundida.

Experiencia:

Marcela es Ingeniero Agrónomo-Enóloga, chilena, con
16 años de experiencia en Chile y el extranjero. (USA,
Sudáfrica, Nueva Zelandia, Francia y Portugal).
En Chile ha liderado proyectos de Vinos Premium en distintos

valles:

Viña Loma Larga, valle de Casablanca.

Viñedos Corpora (Gracia y Veranda):

Valles de Cachapoal, Colchagua,

Maipo y Bío Bío.

Viña Estampa, valle de Colchagua.

Viña Calina, valles de Maule, Colchagua, Casablanca y Limarí.

Así tal cual, con 16 años de experiencia haciendo vinos y conocimientos formales, tenemos en ella una proyección increíble. Será sin duda más exitosa, llena del poder que te da saber lo que estás haciendo.

Mujeres de este calibre son un tremendo aporte para la industria, más aún cuando ella es como sus vinos, amable, sencilla, adorable.

Comencé probando este vino con una serie de platillos, albóndigas semi picantes, pasó por quesos, la ya mencionada hamburguesa de cordero. En casa le aportó ligereza a un contundente curanto sin arrugarse ni un poco.

Partió esta nota en La Vinocracia. Ella me preguntó que podía pedir para acompañar su vino. Hay una hamburguesa de cordero increíble, pero no es para niñitas… pero después que dije cordero, ya no escuchó nada más. Interesante lo que pasa con un Carménère que no es extremadamente protagonista, se deja tomar con muchos platos y acompaña perfecto a una amplia gama de preparaciones, lo que al final del día es lo que uno busca. Pensar que en casa tendremos tres vinos y un espumante para la comida es ridículo, nos hace falta un vino como este, que acompañe bien.

De la botella solo quedaba medio vaso para hoy, pero sería una canallada escribir sin su sabor en la boca, así que me preparé un petit bouche, Pan Batido, un huevo frito, arrollado en una cama de cebolla caramelizada en carménère La Confundida.

En el resultado de este vino notamos la experiencia, el esfuerzo para esperar su madurez. Marcela es una mujer que sabe, acompañó las parras hasta que se produjo ese increíble momento en que esta cepa pasa a su madurez perfecta.

Vendrán sin duda nuevas añadas de La Confundida, de seguro las pocas botellas que queden, mejorarán con el tiempo, hay espacio para esto.

Este 2015 es su primer proyecto personal y este Carménère ama los platos chilenos, llenos de sabor, va perfecto desde el dulzor de un pastel de choclos hasta la potencia de las carnes.

Si tiene jabalí en el refrigerador o le queda alguno del los ciervos salvajes que cazó el fin de semana igual puede ser, pero una carbonada, o cazuela, va maravilloso.

Proyección del producto

Soy un enamorado del carménère por sus características multivalentes según donde y como se trabaje, me gusta como cepa que ya trae en su historia un recurso de Marketing impagable.

Marcela tiene claro hacia donde va su propuesta, eligió dos cepas para sus primeros vinos de autor. El Carménère para La Confundida y Cabernet Sauvignon para El Consentido. Su proyecto, Chile Divino, logra expresar nuestra cultura con vinos agradables, fáciles de beber, amigables en boca, como para decir fuerte, ¡ Chile Divino !

El padre de Marcela cultiva hermosas flores, camelias, ella a su vez dio vida a esta flor llamada La Confundida y creanme, al contrario de su nombre, tiene las cosas muy claras.

Marcela Chandía
instagram.com/marcechandia
Ingeniero Agrónomo-Enóloga chilena
mpchandia@gmail.com